jueves, 18 de octubre de 2007

Mirror

No daré ningún ejemplo, elija usted querido lector el suyo propio, pero todos conocemos historias sobre el ebrio que yerra por los senderos de la noche obnubilado de alcohol, cuyos escritos son faros de sabiduría para quienes caminamos por la gris franja de la dudosa normalidad. Psicodélicos mundos llenos de vida han sido creados por seres con las más terribles discapacidades. Profundas criticas a lo establecido han salido de la pluma de poetas que apariencia viven fuera de este mundo. Aquel que se aventura en los terrenos de la escritura corre el riesgo de convertirse en espejo y reflejo del mundo y la realidad que percibe. Las dos caras, la luz y la oscuridad, lo masculino y lo femenino propenden a habitar dentro del legendario escritor como fuerzas en constante lucha. De los choques de estas fuerzas nacen, a riesgo de equivocarme, las semillas de lo narrado, del cuento, de la novela, del poema; quiérase o no, en mucha o poca medida, cada palabra que escribo es un auto biografía.


#12

Se levantó. Los sentidos, aturdidos por las explosiones y disparos de la recién terminada batalla, le advertían peligro desde cada rincón de las ruinas en las que se hallaba. Con dificultad salió de debajo de la escalera que le dio refugio durante el fragor de la batalla. Caminó.

En busca de sus compañeros se movió en silencio a lo largo y ancho del otrora campo de batalla, una antigua casona ahora convertida en un escenario apocalíptico, en la que marchaba eludiendo los cuerpos sin vida de amigos y enemigos ya irreconocibles. Seguía pensando en la razón de su estancia en aquel sitio, pero por más vueltas que le dio al asunto no pudo encontrar una respuesta que justificara el no haber salido corriendo de allí. Todo estaba en calma, Comenzó a tranquilizarse, y de repente, cuando ya desechaba sus sombríos pensamientos, un fuerte ruido a su espalda lo trajo de vuelta al campo de la batalla.

Giró inconscientemente levantando su arma, tratando de no tocar la fría sangre de los que abandonó en su cobardía. Frente a él se izó entre sombras un enemigo bañado en la sangre de quien sabe cuantos de sus compañeros, apuntándole de la misma manera que él lo hacia, mirándole con ojos inyectados de odio, jadeando ira, rencor. Se detuvieron al unísono, frente a frente, el silencio los abrazó de nuevo. Ya no había duda, reconoció en el otro la demencia, la insanidad, la tiranía de la que hablaban sus superiores. Se dio cuenta en lágrimas que semejante bestia no debería existir.

-¡tienes que morir asesino!- gritó mientras apretaba el gatillo del rifle hasta ahora sin usar. Escuchó la detonación, y tras ella vio y oyó en agonía como un espejo se despedazaba en miles de cristales, escupiendo destellos de luz, viajando en todas direcciones gracias a la violencia del impacto, fragmentando su propia imagen. Cayo de rodillas, por fin había enfrentado al enemigo.
-Altais-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails